Productos de calidad en tu cultivo, claves para calcular tu inversión

En cualquier empresa se llevan a cabo compras o adquisiciones necesarias para el desarrollo del negocio que suponen un desembolso económico. También ocurre en las firmas agrícolas dedicadas al cultivo de la tierra.

En una contabilidad ordenada estos pagos pueden ordenarse como gasto o inversión, en función del fin del mismo. El aspecto fundamental que diferencia un gasto de una inversión es lo que se espera conseguir de ellos. Esperamos que la inversión nos genere un beneficio de retorno en el futuro.

Mientras, el gasto es el pago por un bien o servicio con el que cubrimos una necesidad, pero del que no esperamos nada de retorno económico en un futuro.

Partiendo de esta definición podemos afirmar que la adquisición de los tratamientos para mejorar los rendimientos de un cultivo es una inversión, ya que esta se traducirá en incremento de producción de frutos de mejor calidad, que se venderán a mayor precio en el mercado. 

Pero en este ámbito, muchas veces nos encontramos perfiles de agricultores que buscan ahorrar en el cultivo, recortando la inversión, partiendo de la premisa que se tiene que ahorrar reduciendo “el coste por hectárea”. Y esto a la larga se traduce en: invierto menos en tratamientos y cuidado del cultivo, gano menos con mi producción y mi balance de cuentas arroja pocos beneficios. 

Entonces, ¿por qué algunos agricultores consideran un gasto la compra de productos profesionales de calidad y aplican en sus cultivos productos low-cost de cuestionable resultado? En muchas ocasiones, no se trata de un problema de desconocimiento de estas ‘reglas económicas’, sino de planteamientos erróneos en la economía de su explotación por falta de formación y mentalidad empresarial. 

Estas premisas equivocadas solo tienen en cuenta el coste por hectárea a la hora de calcular cuánto cuesta un cultivo. 

Si repercutimos las inversiones realizadas sobre los kilos cosechados y puestos en el mercado, nuestro paradigma cambia por completo y entramos en el sentido real de la economía agraria. Por ello las inversiones realizadas serán mucho mas rentables cuanto mayor sea el número de kilos cosechados por hectárea y la formula matemática es la siguiente: Inversión realizada / kilos cosechados y puestos en mercado. A mayor número de kilos baja de modo directo el coste de producción por kilo. 

 

¿Cómo podemos garantizar que la compra de productos para nuestro cultivo es una inversión segura? 

Confiando en fabricantes profesionales, de garantía, con una trayectoria que avale la calidad y los resultados de sus productos.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad