Cristóbal Pérez Ibáñez es socio y jefe del Departamento técnico de Cerrilo y Pérez S.L., una empresa de suministros agrícolas ubicada en El Ejido (Almería) que este año está de celebración por su 25 aniversario. En 1996 un par de amigos decidieron embarcarse en una aventura empresarial que les haría progresar en el ámbito laboral, dedicándose a lo que más les gusta, la agricultura y la atención al cliente.
Hace unas semanas han trasladado su sede a un almacén nuevo, más grande, con espacio suficiente para almacenar las cuantías necesarias que permitan responder de modo inmediato a la demanda de sus clientes. Además, el nuevo almacén cuenta con un amplio parking, ofreciendo de este modo un mejor servicio a los agricultores que han depositado su confianza en Cerrillo y Pérez S.L.
- ¿Cómo fueron los inicios de su empresa? ¿Qué le motivó a ponerla en marcha?
La empresa la formamos dos amigos con la intención de poder trabajar como autónomos e independientes.
Los dos estábamos a sueldo en distintas empresas y nos dieron la oportunidad de montarnos por nuestra cuenta, en un negocio en el cual los dos teníamos ya varios años de experiencia, yo como técnico de campo y mi socio como organizador y gestor de un almacén de suministros.
- ¿Qué hitos destacaría en su trayectoria? ¿Cuáles han sido sus mayores retos?
El primer reto fue hacer rentable la empresa y subsistir en un negocio con una altísima competencia.
Destacaría tres hitos importantes en nuestra trayectoria: el primero, la salida del grupo de Navasa para incorporarnos a un nuevo grupo de empresas que se formó en Almería con la multinacional de fertilizantes, entonces Hydro, ahora YARA, que se llamó Alborán Agrícola.
El segundo, cuando años después este grupo se rompió y tomamos la decisión de no volver a unirnos a otros grupos de colaboración. Como consecuencia de este hecho, muy relevante en la zona, conseguimos mantener a YARA como nuestro proveedor de fertilizantes líquidos y sólidos.
En tercer lugar, cuando empezamos a colaborar con EDYPRO. Conocíamos a Vicente Puchol ya de unos años atrás y le contamos nuestra situación, que buscábamos una línea de productos que nos complementaran la fertilización. En ese momento, nos planteamos, quizás, el mayor reto de la empresa, juntamente con EDYPRO: conocer profundamente la gama de productos, darlos a conocer a los agricultores y conseguir las mejores recomendaciones para cada cultivo y en cada momento, y alcanzar así unos resultados agronómicos con nuestros clientes que nos diera pie a una consolidación en nuestro sector.
- ¿Desde cuándo trabaja con EDYPRO? ¿Cómo cree que ha contribuido nuestra compañía en la trayectoria de su empresa?
Si no recuerdo mal, trabajamos con EDYPRO desde el año 2011 o 2012.
EDYPRO ha sido una pieza clave en nuestra empresa, desde el primer día que empezamos a colaborar se han visto los resultados. El buen asesoramiento de Vicente y la calidad y eficiencia de los productos de EDYPRO nos han ayudado a ser mejores como empresa de asesoramiento técnico y servicios.
- ¿Qué balance hace de estos años de historia?
Cuando recuerdo los principios de nuestra empresa y los comparo con la situación actual, me cuesta creer que hayamos llegado donde estamos y que tengamos la cuota de mercado que tenemos.
El balance, sin duda, es muy positivo. Esperemos poder continuar en esta línea.
- ¿Qué valores o factores diferenciadores les han llevado a estar dónde están?
En mi opinión, diría que se debe al trato sincero con los agricultores, ya que les ofrecemos un buen servicio técnico priorizando siempre el interés agronómico de sus cultivos y un servicio rápido y de calidad.
- ¿Cuáles son sus objetivos a corto-medio plazo?
Ser una empresa referente en la zona con agricultores altamente satisfechos del servicio prestado.
Y consolidarnos con las marcas EDYPRO y YARA.