Extremadura no solo ofrece al visitante una rica mezcla de historia, arquitectura, cultura y arte que se puede ver plasmada en sus importantes restos romanos o árabes o en lugares de gran belleza con piscinas naturales, cascadas o una playa dulce. Esta comunidad autónoma ofrece una gran riqueza natural y gastronómica procedente de sus cultivos, frutas y hortalizas.
Desde EDYPRO destacamos aquellos que cuentan con un mayor arraigo y otros que están despuntando en las últimas cosechas y años. Y es que el relevo generacional en unos casos, el mayor protagonismo de grandes propietarios y empresas agrarias frente a la agricultura familiar y más tradicional, y los nuevos modelos de cultivo en superintensivo o las demandas de industrias cercanas sobre determinados productos han marcado este cambio en el paisaje extremeño;
–Fruta de hueso. Extremadura continúa siendo la cuarta región de España en volumen total de la fruta de hueso con más de 238.592 toneladas de producción de fruta de hueso. Aunque la ciruela sigue siendo la fruta que más se cultiva, el sabor de sus nectarinas, con una producción de más de 61.416 toneladas, es uno de los más destacables.
Le siguen el melocotón, con una producción de más de 30.000 toneladas y el paraguayo, la fruta que aunque tenga una recolección temprana cuenta con un alto grado de dulzura, y de la que en Extremadura se producen más de 11.708 toneladas.
–Tomate de industria. Una de las principales zonas de producción de este cultivo es Don Benito y Villanueva de la Serena, precisamente una de las regiones que más minutos ha acaparado en los medios de comunicación por su referéndum para decidir su unión como tercera ciudad de Extremadura. Esta decisión también tiene importantes consecuencias en materia agraria y agroindustrial. Y es que tras su unión el municipio será la gran capital del tomate de industria de Extremadura y a nivel nacional. Con una transformación media por campaña de 75.000 toneladas de este cultivo provenientes de 8.000 hectáreas.
–Olivar superintensivo. Según los datos de la Encuesta de Superficies (ESYRE) del Ministerio de Agricultura de 2010 a 2020, el cultivo que más ha crecido en esta región ha sido el olivar para almazara con más de 18.000 nuevas hectáreas de plantación en superintensivo o seto. Estas se han focalizado sobre todo en las Vegas del Guadiana pero también en zonas de la provincia de Cáceres como Campo Arañuelo o Tiétar. Esta situación ha permitido que Extremadura haya logrado en las últimas campañas producciones medias por encima de las 72.000 toneladas.
-Higos. En este cultivo, Extremadura sí puede presumir de ser la primera comunidad autónoma nacional en extensión y producción de higos con más de 5.220 hectáreas de higueras y una producción anual de 8.272 toneladas, prácticamente más del 29% de España. Su producción se encuentra muy repartida, tanto entre la provincia de Badajoz como en Cáceres. Las tres grandes zonas de cultivo de higueras son protagonistas desde hace décadas. En Badajoz destaca la zona de producción de Salvaleón-Barcarrota-Higuera de Vargas. Mientras que en Cáceres hay dos grandes zonas de producción. Por un lado, en el norte la comarca de La Vera y del Jerte, centradas en la variedad Cuello de Dama. La Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte es la principal comercializadora de higos secos del norte de Cáceres.
Y la principal zona de producción de higos secos de Cáceres tiene su epicentro en la villa de Almoharín. En otros pueblos de la comarca de Montánchez y Tamuja, el higo también es el referente de su sector agrario.
Del higo extremeño cabe destacar que, no solo se comercializa en el mercado nacional sino en mercados exteriores como Alemania, Francia, Suiza, Italia, Portugal, Venezuela y Estados Unidos donde se realizan presentaciones con chocolate.
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