El IVIA estudia por qué decaen los naranjos sin causa aparente

Los especialistas sospechan que son problemas derivados de pautas de cultivo antes que debidos a agentes patógenos, pero no descartan nada

Técnicos de La Unió de Llauradors muestran a investigadores de la Conselleria de Agricultura múltiples casos en la Plana Baixa

La alarma ha empezado a extenderse entre los agricultores de la Plana Baixa, al igual que en otras comarcas citrícolas donde se suceden problemas de amarilleamiento y defoliación del arbolado cuyas causas se desconocen hasta ahora.

Ante la envergadura que ha tomado el problema en las plantaciones de diversos municipios castellonenses, La Unió de Llauradors ha recabado la atención de la Conselleria de Agricultura y del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias para que tomen cartas en el asunto y se proceda a estudiar con especial dedicación qué está sucediendo.

Los responsables de La Unió han mostrado diversas parcelas afectadas a Vicent Dalmau, responsable técnico de Sanidad Vegetal de la conselleria, y Antoni Vicent, experto en micología y plagas de cítricos del IVIA.

Según ha explicado Carles Peris, responsable de cítricos de La Unió, las parcelas visitadas sufren defoliaciones severas que ya se apreciaban el año anterior pero que se agudizaron desde la primavera pasada. Pertenecen en su mayoría a los términos municipales de Vall d’Uixó, Vila-real y Burriana, aunque las zonas afectadas abarcan mayor amplitud. Se trataba en esta primera toma de contacto dar a conocer el problema, examinar árboles y recoger hojas para someterlas a diversos análisis.

Los síntomas del decaimiento y defoliación son diversos y no siempre coinciden en áreas próximas. En ocasiones aparecen hojas con las puntas necrosadas, lo que suele ser indicio claro de salinización, pero los análisis del agua de riego y de los contenidos de sales en las propias hojas revelan que no es esa la causa. También suelen aparecer ataques de hongos, aunque la mayoría de las veces se trata de especies saprofitas que acuden a aprovecharse de plantas debilitadas, pero no son los patógenos que inician tal debilidad.

Peris ha indicado que en la Plana, los casos predominantes de amarilleamiento y decadencia no empiezan exactamente con una abundancia de hojas necrosadas, como las que se muestran en la foto de abajo, sino con la generalización de arbolado que presenta la apariencia del de la imagen de arriba. Señala que «perdieron las brotaciones de primavera y las ramillas quedaron sin hojas».

Por las primeras impresiones ofrecidas por los investigadores, Dalmau y Vicent se inclinan más por pensar que podría tratarse de dolencias relacionadas con fisiopatías o pautas de cultivo más que debidas a agentes patógenos, aunque éstos pueden encontrarse, pero creen que de forma accesoria. No obstante, tampoco descartan nada, porque acaban de empezar las investigaciones.

Sí que es cierto que se descartan en principio incidencias por sales, porque los problemas aparecen tanto en áreas que riegan con aguas potencialmente más cargadas que donde las concentraciones se encuentran muy por debajo de los umbrales problemáticos. Tampoco se cumple una posible salinización ocasional por fertilización excesiva en los bulbos de terreno donde se concentran las raíces cuando se riega a goteo; o no es causa definitiva para explicarlo, porque también aparecen iguales síntomas en las mismas zonas, utilizando la misma agua, pero con riego a manta y sin haberse abonado recientemente.

Vicent y Dalmau procedieron a realizar pequeñas catas en zonas radiculares, para ver si había barbada (las raíces absorbentes del arbolado) y comprobaron qeu nbo se había perdido, por lo que también descartaron que la causa pudiera estar ahí.

Se comentó entre ellos y los técnicos de La Unió la existencia de amplios ataques de hongos de phitophtora y mycosphaerella, pero creen que no son la razón inicial del problema. También se evidenció mayor incidencia en las variedades Clemenules, Clemenvilla y clementinas extratempranas (aunque igualmente se aprecia en naranjos), así como que el patrón más sensible es el Carrizo, y el que menos, el Citrumelo.

VICENTE LLADRÓ

http://www.lasprovincias.es/economia/agricultura/201607/04/ivia-estudia-decaen-naranjos-20160703235724-v.html

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